Deporte


El Héroe Olvidado


El deporte es sudor, pero también es esfuerzo. Es competencia, pero también es meritocracia. El deporte ha sido por siglos un espacio dedicado a la preparación física y el rendimiento corporal, pero sería un error limitarlo simplemente a ello. ¿Acaso detrás de cada pelota, estadio o equipo no hay un conjunto de ideas que lo mantinen? ¿Acaso detrás de cada victoria, trofeo o medalla no hay un deportista con una visión particular de la vida y unos sueños específicos?

Pues tal es el caso de Peter O´connor, el denominado “Héroe Olvidado”, quien con tan solo 27 años ya había arrazado con la mayoría de medallas y premios de atletismo de Irlanda. El joven nacido en la pequeña localidad de Millom, en Inglaterra, siempre soñó con el triunfo Deportivo, pero ese no era su único sueño, pues tenía otro igual de importante: la independencia de su tierra, Irlanda.




Hablar de la vida Deportiva de O`Connor es recórrer un largo y tortuoso camino de ensayo y error, pero también es transitar por los ideales y convicciones que movían a una sociedad entera en un contexto determinado. Como una gran parte de la población irlandesa de principios de siglo XX, O´connor ansiaba por que su país pudiera desprenderse de la influencia inglesa; sin embargo, a diferencia de los demás, Peter eligió el camino del deporte como escenario de lucha.  

Desde el año 1896 se inscribió en la GAA (Gaelic Athletic Association) y partir de ese momento el salto se convirtió en su arma principal. Con un talento extraordinario, se preparó con los mejores y ya para el año 1896 era uno de los saltadores más experimentado de todo el Reino Unido. Entre 1900 y 1901 rompió una gran cantidad de records que, aunque no todos fueron reconocidos internacionalmente, lo ayudaron a posicionarse mundialmente y sobre todo, lo fortalecieron para su gran prueba: las olimpiadas de 1906.

En 1901 en las pistas de la Royal Dublin Society, logró un salto de 24 ft 9ins. El mismo año, pero en el mes de agosto, el irlandés rompió un récord en salto que duraría imbatible por 20 años y fue de 24 ft ¾ins. Esta fue la primera vez que la IAAA (Irish Amateur Athlete Asociation) dictó un récord a nivel mundial.


Peter O´Connor, Competención de salto

Luego de estos premios, llega en el año de 1906 el evento más importante en la carrera de O´connor: los Juegos Olímpicos celebrados en Atenas, Grecia. Este episodio no solo lo convirtió en héroe del deporte mundial, sinó también en héroe de los nacionalistas irlandeses.

Durante la competición, O´connor había sido convocado a participar en saltos junto a otros dos compañeros irlandeses: John Daly y Con Leahy. Los 3 deportistas asistieron al evento con el sueño de dejar a su país en alto. Sin embargo, antes de comenzar, se les notificó que solo podrían competir aquellos que habían sido nominados por los Comités Nacionales Olímpicos y como Irlanda no tenía, tendrían que competir junto al equipo inglés.

A pesar de que protestaron e intentaron cambiar aquella decisión del jurado, Ni O´connor, ni ninguno de sus compañeros lo lograron, por lo que fueron obligados a competir con el uniforme y la bandera inglesa. Durante los juegos, los tres dieron un gran ejemplo de eficiencia y talento, pero como era de esperar, el que más resaltó fue Peter O´Connor, quien ganó dos medallas: una de oro por Hop, Step y Jump, y una de plata por Salto Largo.

En el momento en que iba a recibir su medalla de plata, O´connor decidió sacar una bandera de Irlanda y así, frente a más de 55 mil persones, dejó claro que su victoria no le pertenecía ni a él, ni mucho menos a Inglaterra, sino a su gran amor: Irlanda.

Luego de esas olimpiadas, Peter O´connor se retiro del salto, fundó el Waterford Athletic Club y dedicó el resto de su vida a ayudar y promocionar el atletismo irlandés.